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Crianza consciente. ¿En qué consiste?

Soy mamá de dos niñas (4 y 6 años) y muchas veces me preguntan otras mamás y papás con admiración ¿Cómo haces para que tus hijas sean tan calmadas y estén felices? ¿Ellas no se desgastan peleando con los demás, no hacen pataleta y dialogan lo que necesitan?, La única respuesta que les doy es “Yo estoy atenta a sus necesidades” y ojo que con necesidades no me refiero a caprichos.

Les puedo contar que desde el nacimiento de mi primera hija siempre estuve atenta a su alimentación, descanso, aseo, diversión y estimulación con juegos en casa; en muchas ocasiones me trataron de psicorígida porque tenia los horarios establecidos, de cansona porque respetaba el tiempo de sueño de ella o intensa porque le preparaba sus alimentos saludables y, hoy, esas mismas personas admiran el comportamiento de mis pequeñas, dándose cuenta que valió la pena ese desgaste físico y emocional que tuve o he tenido durante su crianza.

Al investigar acerca de la crianza consciente, término que hasta hace poco conocía, me dí cuenta que mucho de esto lo aplicaba en mi día a día y quiero compartirlo con ustedes, si me lo permiten. Con algunos casos reales, quiero abordar el tema para entenderlo mejor.

 

¿En qué consiste?

El ritmo de vida que  la sociedad nos ha impuesto hace que cada vez sintamos que tenemos afán, que no hay tiempo, que la paciencia es limitada… y de esto están siendo víctimas nuestros niños. Debemos parar, pensar y después actuar.

CASO 1. ¿Cuántas veces te sientas, con tranquilidad y sin celular, a escuchar a tu hij@ las historias de sus compañeros del cole, o los cuentos que se imagina y quiere contarte o mejor aún construir contigo? TIEMPO DE CALIDAD

Muéstrale interés por sus cosas, dale valor a lo que habla, de ésta forma fortaleces su autoestima demostrándole que lo amas y es importante para ti.

CASO 2. ¿Acaso cuando él/ella te habla tú te agachas (poner en rodillas) para estar a su nivel y hablarle a los ojos o esperas que te escuche desde tu altura? Te invito a sentarte en el piso y mirar las cosas/personas a tu alrededor… es realmente apabullante y asusta uno siente que lo van a pisar… así se sienten ellos. EMPATIZAR.

Respétalo y entiéndelo, Por más que sea pequeño es un ser humano y merece respeto. La crianza autoritaria basada en “yo soy el adulto y él tiene que hacer lo que yo diga” no crea respeto sino miedo, que a largo plazo se convierte en el silenciador de la comunicación entre padres e hijos, “mi papá no me entiende” “para qué, si igual me va a regañar”.

 

CASO 3. Cuando están de paseo, en centro comercial o con personas de visita en tu casa… ¿Estás pendiente de su alimentación? ¿De sus horarios y necesidades? ¿Sabes si ya está cansado? O solamente lo notas berrinchudo y llorón, al punto que desborda tu paciencia y se convierte la salida, en un evento poco agradable. Tal vez le dices “no te vuelvo a traer”.

Los niños, desde los más pequeños hasta los más grandes, no tienen la facilidad de la comunicación, dado que se desarrolla con el tiempo y la práctica, por ésta razón no anuncian sus necesidades, no te dicen tengo hambre o estoy cansado, simplemente se frustran, lloran o se enojan buscando llamar tu atención para que ATIENDAS SUS NECESIDADES BÁSICAS.

Obsérvalo, conócelo, pregúntale. El amor es la herramienta más maravillosa para entablar una buena comunicación con nuestros hijos, ponernos a su nivel, mirarlos a los ojos con amor y decirles “tranquilo, te quiero ayudar. Dime, ¿quieres comer o tomar algo o tal vez ya estas cansado?, mamá quiere que estés bien”. Las mamás logramos una conexión en la que solo al observarlos sabemos si es hambre, cansancio o aburrimiento, es cuestión de tiempo.

 

 

 

Vamos entendiendo que es crianza CONSCIENTE?

 

No tengan miedo mamás. Amar no significa darles todo, amar también significa decirles no (preferiblemente argumentado) y obligarles, en ocasiones, por ejemplo el cinturón de seguridad o la silla del carro.

 

Caso 4. Hace unos días iba con mis hijas en el carro y tuve un choque lateral fuerte, gracias a Dios nada nos pasó, ellas tenían sus sillas de carro bien ajustadas y sus cuellos no sufrieron, él mío si quedó doliendo varios días.  A la semana vimos que en un carro, andando, iba una niña (2 años le pongo) de pie en la silla y jugando… la pregunta obvia ¿Mami, porqué esa niña va sin silla ni cinturón y nosotras sí?

Ante esta situación, estuvimos analizando juntas lo que significa AMAR y les dije que amar también era obligarlas a ponerse el cinturón en sus sillas del carro, porque las amaba y valoraba tanto, que no me perdonaría que les sucediera algo por mi culpa de acceder a su capricho de no ponerselos y en otro accidente los resultados fueran graves.  Les dije amar también es hacer que coman la comida saludable que les he preparado y no la comida “chatarra” que quisieran comer, porque mi deber es que estén saludables.

No duden en amar, con todas las fuerzas de su ser, aunque esto pueda significar decirles NO.

 

Criar conscientemente es aceptar a nuestros hijos como son, es amarlos, respetarlos, cuidarlos, escucharlos, entenderlos, buscar su bienestar y tranquilidad.

 

Les confieso que me siento feliz de porder compartir con ustedes mis experiencias y transmitir un poco de mí como mamá, espero sea de valor para ustedes.

 

Un abrazo

 

Liz Barrera Cárdenas

 

PD Abajo encontrarás una encuesta muy chévere por si te animas a particpar.

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